inicialmente el hombre podía soportar más la desnudes por el pelo, tan peludos como los primates, mientras que la mujer era lampiña, víctima fácil de las picaduras.
Eran pocos los que superaban los treinta años de edad,llegaban a medir 1.60 centímetros de altura, pero mucho más musculoso que el hombre actual, tórax ancho y voluminoso el cuerpo, por lo que perdían menos calor, vital para la vida en climas gélidos y una enorme nariz que le servía de precalentador del aire helado. Eran grandes caminadores y recorrían enormes distancias, en hordas hasta de treinta individuos para cazar y recolectar frutos y granos. Usaban lanzas de piedras afiladas, encabadas en varas de abedul cocinado para endurecerlo y poder acercarse a los grandes mamíferos para obtener la carne que constituía el 10% de su dieta alimentaria. Las pieles fueron la base de su trajes y como no eran suficientes , recurrieron a las hojas de palma, certeza de árboles y grandes hojas de banana amortiguadas al fuego para hacerlas duraderas.
Así nació la moda, por la forma de combinar los diferentes materiales, las mujeres aprendieron a coser con agujas de hueso y fibras vegetales obtenidas de las plantas de su entorno.
Las abarcas o alpargatas, protectoras de los pies, grasas amargas para evitar la picadura en brazos y piernas, despues descubrieron que también protegían la piel y manos suavizándolas, apareció una especie de túnica o batolas que usaban por igual hombres y mujeres. Cocieron recipientes de barro para usarlo en la preparación de alimentos. El primer asiento y la primera almohada fue un piedra, las mismas que usaban como herramientas. La tarea de secar los granos
pelarlos, descascararlos o limpiarlos le correspondía a la mujer, algunos se quedaban en el piso y con la lluvia brotaban los retoños, así descubrieron la agricultura, dejaron de ser nómadas y empezó el sedentarismo, creando con sus chozas los primeros poblados y el inicio de la sociedad. Crecimos, fuimos más altos, vivimos más años, llegaron extraños vicios y costumbres con el intercambio, creamos y desarrollamos nuevas Armas, nos volvimos violentos. La sociedad, la educación,
La familia, las creencias religiosas, la economía y la política nos trajo hasta la edad tecnológica que nos domina y nos convirtió en dependientes. Ahora nos enfrentamos a lo que el planeta planeó, para evitar que acabáramos con esta bola azul que es nuestro hábitat, no requirió gran escándalo ni fuerzas superiores para meternos en cintura, solo una microscópica partícula y quedamos confinados. Si no acatamos todo regresará, los animales habitaran las calles y edificios de las ciudades, nuestras casas serán trampas de telarañas, el bosque borrará las calles y autopistas, solo las aves volarán y los peces serán los únicos dueños del mar, habrá que empezar de nuevo desde cero. Extraño pero posible. Saludos jairoache.
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