miércoles, 13 de mayo de 2020

Casero


Por costumbre personal soy muy casero, no salgo sino para hacer los ejercicios de la mañana, muy pocas visitas y los inevitables mandados a las tiendas, los domingos
a misa y de pronto un cine.  Me gusta estar en casa, allí están los antojos que me gustan  y 
que he comprado, las cosas que me han regalado y las que alguna vez necesité.          Por lo regular observo un horario que me permite darle uso a casi todas ellas.                                         Las noticias y WhatsApp del celular a la hora del desayuno, el libro con el separador en la página que voy leyendo, pido la lista del mercado del día, que falta en casa, para ir a la tienda, pero antes me baño y me baño despacio, cuando regreso me premian con un tinto, escarbo un poco en mi música y voy separando algunas canciones que escucho con atención, y no sabía que las tenía mientras llega la hora del almuerzo, luego  hago siesta de quince minutos, tengo un taller en casa y sacó un tiempo para organizar las herramientas que deje tiradas el día anterior, siguen las noticias y pasó al computador para escribir un cuento, como no soy escritor, está es la actividad que más tiempo me toma.                                   Hay que formar la idea y corregir, después de varias frases noto que no hay coherencia en la idea y hay que volver a corregir, me llaman a tomar lo que los paisas llamamos "el algo" chocolate, con pan y queso, me tomo un descanso para enderezar la idea y más tarde retomó la tarea de escribidor. De esta manera respondo la pregunta de varios de mis lectores,....porqué envías los mensajes tarde de la noche?  Pues porqué me coge la noche corrigiendo el escrito.                           Desde que decretaron el toque de queda, ya no debo salir y entonces me ahorro ese tiempo. Oportunidad que aprovechó para revisar lo que uno nunca revisa. He encontrado, dos radios con las pilas sulfatadas, un alicate oxidado que no he podido abrir, en la linterna "eveready" de latón encontré una masa que pienso algún día fueron pilas, el roto que dejó la puntilla en la pared, donde estuvo colgado un cuadro, me llama cada qué pasó cerca, el arreglo del sifón que deje para luego, ya cumplió un año, en un closet hay una enorme caja que dice "Delicado" no tengo idea que será, el cristal de la ventana de mi cuarto está chorreado por fuera y llevo tiempo pensando si romperlo y mandarlo a reponer o amarrarme al árbol vecino y tratar desde allí limpiarlo,  en la licorera  hay una botella de vino que está medio llena o medio vacía y en el líquido nada algo. 

Tengo pendiente colocarle deslizadores   a las patas  de los muebles y no recuerdo donde los guardé, en una cajita de madera tengo unas mil puntillas, tornillos, tuercas y arandelas, pero no, la que necesito.                 Cuento todo esto, porque un amigo me llamo para decirme que estaba desesperado encerrado en la casa y la esposa enojada con la pedidera de tinto, le pregunté si tenía una pinza de las curvas para que me prestara, me respondió que sí y lleva seis días buscándola, no le va a alcanzar el toque de queda para encontrarla, porque me la prestó el año pasado y se me olvido devolvérsela. Cuando termine el encierro de la mando por Servientrega. 

Saludos. Jairoache, 

 No salgas ordena tus cosas, te darás cuenta cuan rico eres. 

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