miércoles, 13 de mayo de 2020

La casa de Sofia

La conocían como La Casa de Sofia", no era dé ella, pero la hicieron para ella, cuando Pa'Cruz  supo que Lisandro y Sofia se querían casar, mandó a construir una casa nueva para Sofia, era la ahijada del Padre Pedro, quién le había elegido el  nombre evitando, por amor a Dios, que la llamaran "Pacha".
A la mamá de la criatura no le cayó en gracia, que le hubiese cambiado el nombre, pero con el Londoño mayor, no cabían discusiones, "Quod factun est",(lo hecho hecho está).
Bajaron madera aserrada del Páramo del Quindio, de un lugar llamado Morro Azul, en mulas hasta Filandia y desde allí en bueyes a la finca.  Emilio Londoño y Sabitas Hincapié, fueron los maestros de obra , desde elegir el lugar hasta colocar las chapas de las puertas y cerrarlas. El Abuelo Ángel Franco, padre de Sofia se encargó de traer el agua, tomándola de la quebrada La Carmelita, a una legua de distancia, utilizando puentes de tablas para cruzar las cañadas y llegar al nivel donde instalarían el ariete. Las tías Luzma y Rosa, con Ma'Isabel  vistieron la casa, sabanas, cobijas, cortinas, sillas, bancas, chocolatera, ollas y la insufrible bacinilla, para evitar la salida nocturna al inodoro ubicado en un cuartito al final del corredor.  Un jardín con azucenas, claveles y rosas floreció muy pronto como esperando la llegada de los recién casados. Y mi madre como mujer bonita se llevó el espejo de su abuela, para colgarlo en un clavito cerca al lavamanos. No estaba acostumbrada a estar sola y encontró en las canciones de la abuela su mejor compañía, Los yuyitos del campo, El tornado, La batelera,las quimeras, Mis delirios, Nieve, Laura, tú olvido, y su preferida que dice: "Un bosque umbrío de perfumes lleno. Silencio soledad completa calma. Libre de angustias y al dolor ajeno... y un
Mundo de ternuras en el alma. Bajo el ramaje de álamos espesos.... dormía sin rumor en la laguna. Una barca, un idilio... muchos besos y detrás de los álamos la luna". Entonces florecieron los naranjos y los mangos, la pomarosa se lleno de rojas frutas dejando un tapiz rosado de pétalos en el piso, llegaron los azulejos, los cucaracheros y el sinsonte y entre todos formaron una orquesta a cambio de un plátano maduro.
El humo del fogón escapó por la ventanilla, una aroma de café fresco viajó en el viento hasta el campo de trabajo y mi padre no aguanto la tentación, llegó corriendo seguido por el perro, se abrazaron se besaron  y bebieron el amargo y negro sabor de la primera cosecha del café bourbón.
Mientras el Tony, bailaba en sus patas traseras, para festejar el momento.
Saludos jairoache
Enviado desde mi iPhone
Enviado desde mi iPhone

No hay comentarios:

Publicar un comentario