Primero fueron las cavernas de formación natural que podían albergar a mucha gente, tribus o familias y poco a poco se fueron reduciendo mediante construcciones rudimentarias, con pieles, maderas y hojas de palma donde habitaba solamente la familia, en sitios más adecuados, a eso se le llamo choza, palabra que antecedió a CASA.
El hogar, que a menudo se nos confunde con casa, era el sitio donde se mantenía la hoguera, el fuego dentro de la casa junto al que se reunía la familia para calentarse y compartir ideas.
Los campesinos se reúnen al pie del fogón de leña, en las noches para charlar antes de ir a la cama y en las mañanas previas al trabajo para tomar el café y darse los buenos días. En la edad moderna ya no nos reunimos en la cocina, a pesar de lo rico que era, entonces apareció la sala, más cómoda, más amplia y con muebles adaptados para la ocasión. En casa nacen los hijos y empieza la educación, el amor, la fraternidad, hay sentido de pertenencia, mi casa, mi hogar, mi cuarto ejercemos propiedad de cada rincón y conocemos el destino de cada lugar.
La calle es un espacio abierto en las ciudades, donde no existe el sentido de propiedad, es pública, empezando por el andén de nuestra casa, disponible para los peatones. son lugares para el uso común.
La primera sensación al salir a la calle es de soledad en medio de una masa humana que nos crea desconfianza, solos contra el mundo, porque allí habita el peligro, tomamos la bolsa fuerte con la mano, la billetera apretada en el bolsillo, miramos de reojo y hacia atrás, para detectar objetos, animales o personas que se ven.
Pero no es suficiente, porque allí también hay cosas que no se ven, las enfermedades, los virus, las bacterias, la envidia y eso que llamamos mala suerte. Hoy en la calle, la que transitamos para ir a la tienda, la droguería, la iglesia, el colegio, el trabajo o a saludar la vecina tiene un peligro mortal, lo llaman Corona virus, es una pandemia, enfermedad mortal regada por el mundo para la cual no existe remedio, no está solo en la China o en Europa, está frente a nuestra casa esperando cuando descuidamos nuestra vigilancia . Te la contagia, el amigo, el hermano, el desconocido, el pomo de la puerta, el pasamanos, el aire en las reuniones y cuando lo detectas ya es tarde. NO SALGAS, por ti, por mi, por todos,
Saludos jairoache.
"Inserto"
Una mujer de de 57 años, vendedora de mariscos en un mercado cerrado en la ciudad de Wuhan, fue la primera infectada, en el hospital no identificaron el virus y le dieron medicina para la gripe, cinco días más tarde, regresó al médico y ya había varios infectados. Empezó con una persona, no empieces de nuevo, NO SALGAS.
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