miércoles, 13 de mayo de 2020

Me mame de la Cuarentena

Me mamé , no aguanté y me salí de casa,  la calle estaba desierta,  un movimiento entre los árboles del sardinel y recordé que en Chile apareció un puma en la calle, sin compañía a la vista, era yo con yo y me puse a conversar conmigo mismo, sería que metí la pata saliéndome sin avisar en casa?                             Bueno parece que no solo la metí,  sino que no encontré nada; La heladería cerrada, en el Inter no había aguacates ni quien atendiera, Pan norte también cerrado igual que Crepes, entonces dije, me devuelvo pero ya era tarde, cuando quise dar la vuelta ya estaba  la moto con dos policías mirándome con ojos de pocos amigos: su numero de cedula? Me pidieron... 6.088..... de Cali, lo digitaron en un datáfono y de inmediato
Me preguntó Jairo?  Si señor, en que le puedo ayudar!. Se miraron y se rieron, noté que no era de alegría por reconocerme, más bien burlona.              Que hace usted en la calle?  Caminar porque ya me duelen las piernas de estar quieto!. Eso está prohibido por el decreto.#...... no se lo sabían.                                    Les respondí : el derecho a la locomoción es un derecho natural, consignado en la Carta Internacional  de los Derechos Humanos, nadie lo puede prohibir, nace con uno, viene en los genes, es tan antiguo como cuando los ancestros de los  neandertals se irguieron sobre sus piernas para poder ver al felino que se los quería comer,  antes que estuviese tan cerca que no pudiesen escapar para salvar sus vidas!                  No entendieron ni "pío" y dejaron la risa.                  Donde vive? Acá  más arriba , a escasas tres cuadras está mi casa, quiere decir que me encuentro en el área de influencia de mi vecindario, donde todo el mundo me conoce y están dispuestos a responder por mi integridad!                         Pero tampoco entendieron y no es que fueran brutos , sino que no los entrenaron para atender la ciudadanía solamente a los menesterosos. Rápidamente me di cuenta que estaban como encartados conmigo y entonces aproveche y me despedí de codo como ordenan los entes de la salud, pero entendieron menos y me alejé bailando    por la mitad de la calle desierta.                          Cuando llegue a casa descubrí que no había traído la llave y recordé haberle dicho a la señora que me cuida: no le abra a nadie, entonces dije la llamo al celular? Hum, no tenía minutos y las luces nocturnas me iluminaron sorprendiéndome  muy rápido.                                             El tiempo vuela y yo necesitaba acudir a un  baño, ningún rincón lo suficientemente oscurito para que me sirviese de cómplice en  la urgencia en algún lugar del jardín.           Pero las urgencias, inaplazables son, entonces procedí antes de que me sucediera lo impensado,  con tan mala suerte que sentí que alguien me tocó el hombro, eran los mismos policías que no entendían nada.
Ahora era yo el que no entendía, y del susto me desperte!
No salgas ni en sueños.
Saludos jairoache.
Enviado desde mi iPhone


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