Y hagamos el balance de lo que fue la lucha por la vida, nos daremos cuenta que fueron las mujeres las que salvaron la humanidad, no se pusieron a llorar, como esperaríamos, entendieron oportunamente que la salvación estaba en el
Hogar, había que mantenerlo, sostenerlo y defenderlo. No aprovecharon el descuido de las autoridades para escaparse a mirar vitrinas, se mantuvieron férreamente unidas al hogar en la tarea diaria. Fallaron los gobiernos, los ejércitos, los científicos, la religión, el dinero, pero ellas ni siquiera lo pensaron, en casa estaba su refugio, el de sus hijos y el padre de sus hijos para mantener el concepto de familia.
Ellas saben que nadie les reconocerá el mérito y que empezará una guerra de todos, reclamando el triunfo, porque nos encanta aparecer como vencedores.
Benditas mujeres que archivaron los tacones rojos y el bolso de vuitton para regresar a la escoba y el trapero, a la olla y la chocolatera y le notificaron a los dueños del dinero, que lo importante no es la plata sino la familia.
De ahora en adelante, míralas con respeto, atiende sus pensamientos no fallemos otra vez. Estaremos vivos gracias a ellas que nos dieron la vida pariendo con dolos, estaremos vivos gracias ellas que nos enclaustraron en el hogar, para protegernos de la pandemia.
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