miércoles, 28 de agosto de 2019

DONDE NACI

Mis primos mayores que nacieron en clínica y no con partera, me aseguraban que yo había venido al mundo en el monte, al pie de un palo de lembo, cerquita a la quebrada, donde la hojarasca sirve de cuna y el viento aúlla fuerte en las noches para espantar los angelitos de la guarda. Cuando ya no me creía los cuentos, fui a visitar el lugar, era un árbol viejo,  habían transcurrido cincuenta años, gigantesco, leñoso, muy alto, casi tocaba el cielo, lleno de nudos, con una caverna entre sus raíces, como donde nacen los lobeznos, me imaginaba a Rómulo y Remo, esperando que apareciera mamá loba.                                                                      Me pareció hermoso, era la naturaleza viva, seguro que allí tenía la morada el lobo de caperucita, los huesos de las nueces que dejan las ardillas esparcidos en la sombra de sus amplias ramas, donde escuche a un sinsonte  estrenando una canción que no pude identificar.                        Un gusano de verdes y amarillos colores trepaba lentamente por la corteza y las hormigas que subían y bajaban parecían detenerse a saludar o comunicarse alguna cosa.                                    Pensé para mis adentros" pobrecitos mis primos, no saben lo que se perdieron". Seguro que a muchas personas les pasa igual, el cuento termina mejorándoles su Natividad, como a Cristo.                                     Aproveche para tirarme al suelo, sobre el tapete de hojas secas, mirar los cúmulos y cirrus que formaban las nubes en el azul de la bóveda celeste, pensar en la inmensidad de la naturaleza desde las bacterias hasta mi enorme árbol y con mis pensamientos me quedé dormido. Fue el sueño más lindo de mi vida, me veía nacer de la tierra cómo nacen las semillas, primero
un fosfórito verde, que se abre paso entre los terrones y asoma la cabeza para buscar la luz,  al tiempo que le van brotando hojitas y después no hay quien lo detenga, no hay sequia o tempestad que pueda con el y crece y sigue creciendo para convertirse en el defensor del medio ambiente.        Allí vivía la sinfónica de los pajaros, la alondra y el jilguero con sus finos sonidos de violín, el gorjeo largo del cucarachero y el corto del ruiseñor, el cuco que enseña su. Clarinete, el tamborileo del pájaro carpintero,  la flauta del mirlo, la grave voz del fagot de la paloma y un sin número de armoniosas vocalizaciones que se escapan a mi pobre conocimiento.                                            Tal vez, me hubiese gustado ser un árbol, uno de esos que transforman los ingenieros en una frutería, que en cada rama se produce algo diferente, mediante la "injertacion" manzanas, peras, mandarinas, ciruelas, zapotes y el infaltable aguacate.                          O tal vez, llegue de imprevisto el
famoso padre Restrepo de aguadas, en los años veinte y logre su milagro de cruzar aguacate con maíz, para que el aguacate en
lugar de pepa traiga una arepa. Saludos jairoache.


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