jueves, 27 de febrero de 2020

Luciernagas

La más maravillosa fantasía infantil se proyecto en el año 48, cuando apenas superaba los siete y supuestamente adquiría el "uso de la razón " según la Santa Madre Iglesia" Desde esa época y hasta nuestros días soy un soñador, todo para mí tiene un sentido fantástico y disfruto de cosas sencillas  a las cuales la mayoría de los adultos mayores no le prestan ninguna atención.                          Una tarde de verano , igual que todas las tardes de mis vacaciones, apenas se ocultó el sol por el horizonte, sentado en una canoa donde se surtía la sal para el ganado, esperaba la aparición de mis amigas las luciérnagas.                                                La grama se tiñó de negro bajo la oscuridad y pronto cientos de lucecitas de colores que luego fueron miles, comenzaron a brillar sobre el prado, prendiendo y apagandose alternativamente, mi pensamiento voló inmediatamente a un supuesto interruptor, que estos escarabajitos luminosos debían tener instalado en alguna parte de su diminuto cuerpo.
Suponía que lo accionaban con sus patas traseras de la misma forma en que se prende y apaga la luz eléctrica con un switch.                        Esa noche por estar cercana a la navidad habían coordinado sus luces de manera que simulaban un camino en movimiento, como las que hoy usamos para decorar el árbol, el pesebre y  la portada de nuestra casa.                                                      Me pareció milagroso observar el avance perfecto de ese ejército lumínico y aplaudí   con todas mis energías, mis palmas  originaron un cambio geocéntrico a mi alrededor, era su homenaje por mi sentimiento de admiración y la respuesta a mi aplauso.                                                                                       Me pellizque para saber que no se trataba de un sueño, pero no me dolió dejando una estela de duda que aún permanece en mi mente.                Es posible que me hubiese dormido y soñado las mismas maravillas que soñaba despierto?                                   "Hasta los siete años los niños son egocentricos, es decir, no son capaces de distinguir claramente la perspectiva propia, su manera de entender el mundo, de la perspectiva de los demás" (Freud ).                               Las luciérnagas no tienen un circuito eléctrico, ellas manejan a voluntad su luz propia mediante un sistema orgánico llamado bioluminiscencia: oxígeno, calcio, magnesio y un químico natural, la luciferina, con fotones de luz en forma de destellos, amarillos verdes, anaranjados y azules, que revolotean por los jardines en las noches de verano.                         Pero que pesar, como dicen las señoras". Estos insectos mágicos están desapareciendo, tanto los luciernagos como las hembras utilizan sus linternas  para comunicarse, pueden sincronizar sus destellos de luz, formando figuras algunas veces en grandes grupos hasta de miles de insectos. ( que bueno lo mío no fue un sueño).
La contaminación lumínica del hombre interrumpe los patrones de las luciérnagas, ya sea por las luces de las casas, coches, alumbrados o tiendas; de está forma las luciérnagas no pueden enviarse señales cuando intentan aparearse,   Impidiendo la aparición de nuevas poblaciones de la especie, están condenadas a la extinción, junto con nosotros, ellas son los principales depredadores de insectos que hacen daño a la agricultura y son las mayores polinizadores junto con las abejas.
Sin ellas se acabara la comida y las flores no fructificarán.

Saludos jairoache



                     

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