Conocía cada familia del pueblo y a quienes la componían, al saludar un parroquiano le preguntaba por cada uno de sus hijos y por la esposa, los hijos naturales no reconocidos y por la otra. Era amigo de mi padre y podían pasar horas charlando en un banco del parque, donde seguramente no faltaron los chistes y anécdotas que solían contar con gracia. En la época de la violencia, desde el púlpito regañaba por parejo a liberales y conservadores acusándolos de ser los causantes de los crímenes masivos y por la tarde llamaba a los jefes políticos a una reunión para reconvenirlos, que siempre terminaba acompañada de unos buenos aguardientes, prometiéndole que no habría más muertos en el pueblo. La gente decía que el padre Chica, era" averracaito ", a cualquier hora del día o de la noche, montado en un caballo brioso, salía a visitar enfermos o heridos de la guerra política, en los campos y veredas.
Alguna relación debió tener con entidades de beneficio, porque mensualmente le llegaban dos camiones cargados de leche el polvo y queso holandés para repartir entre los pobres, lo que hacía religiosamente en los que incluía a sus amigos personales; en nuestro caso particular llamaba a mi madre y le decía," mándeme a uno de los muchachos con un costal" en el que camuflaba la leche y el queso, que hacía parte de las delicias del desayuno. Cuando a mitad de mes, alguna parroquiana con cara de " yo no fui"
Se acercaba tímidamente para preguntarle " padre, usted ya no tiene leche" él respondía jocosamente" pendeja, no ves que yo soy el toro" ? Saludos jairoache
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