jueves, 27 de febrero de 2020

La vaca loca

"La vacaloca."                        Don Manuel Gonzalez     (cuto), el vecino, tenía vaca y ternero , pero no tenía potrero , todos los días amarraba a " la pinta" a un  árbol de guamo, con un lazo largo, para que comiera las hierbas que crecían al lado de los cafetos: masiquia, cadillo, caracuchos, coneja, yerbabuena, batatilla, escobadura, etc; teniendo mucho cuidado de quedara retirada de las pencas de plátano para que no las dañara.               "La pinta" era la admiración de todo el vecindario de la vereda, porque sin tener potrero donde pastar, daba más de 10 botellas de leche   sin contar las postreras y sobraba para el ternero.                                   Pero como no hay mejor pasto que el ajeno, la vaca se volvió ladrona, se inventó la forma de quitarse el lazo y llegar a hacer daños a otras fincas lejos del amarradero de Don Manuel, por lo que ante las quejas de los vecinos, adoptó el remedio más común, colocar un palo largo atado a los cachos, que le  impidiese el paso por los portillos.  "Vaca ladrona no olvida el Portillo".                               Sin embargo," fue más grave el remedio que la enfermedad " la pinta con ese palo atravesado por los cachos parecía una aplanadora, todo se lo llevaba por delante, convirtiéndose en el terror de los cultivos de choclo.
Pero como no hay mal que dure cien años, a este animal le duró poco.         Una noche en nuestra
casa escuchamos unos ruidos por el lado de la cochera, Alejandro, mi primo y Otto mi hermano, fueron a investigar y encontraron a "la pinta" trabada con su palo en medio de dos columnas,  y una escalera, ni se movía, solamente resoplaba como locomotora del tren, cuidadosamente le colgaron dos tarros de lata con piedrecillas en las puntas del palo y la liberaron.
Cuando "la pinta" llegó a casa de "los cutos" en la madrugada, despertó a todo el mundo creyendo que era el mismísimo demonio, porque hacia sonar los tarros como "campanas al vuelo".
Ya don Manuel, dijo " está vaca está loca" y la vendió!   Días más tarde los vecinos le contaban a Don Manuel, que el diablo había pasado una noche por el camino, bramando como un toro. Saludos jairoache
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