EL ASERRADOR
Adivinen …..En un bosque muy espeso canta un gallo sin pescuezo?, Es el hacha, la que en las mañana, en la cimera de la montaña derriba al coloso y ya tendido sobre la tierra que lo vio nacer, lo derrama y lo convierte en madera de aserrío o en leña de fogón campesino.
Soñé que regresaba en el tiempo y perdido en un lugar desconocido, buscaba afanosamente forjar un futuro acorde a mis necesidades en un sitio donde el futuro apenas se estaba incubando.
Aldea de algunas calles empedradas, casas de bahareque y tierra , balcones con chambrana adornadas con flores, varias cantinas y cafés en una plaza-parque, donde hermosas muchachas sonríen con sus rostros coloreados por el frio y se dejan galantear por los arrieros de ruana y guarniel que adelantan el paso de flacos caballos y voluminosas vacas, como si fuese una feria permanente de de belleza y ganado.
Un perro que duerme sobre el andén de la calle principal me impide el paso mostrándome los colmillos, pensará que soy dentista, paso de un salto por encima arriesgando mi hombría, apurado, tratando de alcanzar al paisano que llamó mi atención por su figura.
Señor busco trabajo!, puedo hacer cualquier cosa y le garantizo que soy bueno; me miró de arriba abajo y me respondió con sorna” jovencito, usted no me sirva ni para yerno, dándole yo la comida, la novia y la ropa”.
Créame, que puedo ser su coteja, si se le antoja darme el chance.
Creer!, creo que usted no enamora un perro dándole yo el hueso.
Duro de pelar el viejo, pero tenía carisma, alto, desgarbado, con las manos encallecidas, ojos de mirada fija y seguridad en sus palabras roncas.
No fue fácil, pero logré el chancecito, ya un poco entrada la noche y cuando el frio apretaba invitando a .las cobijas.
Mañana nos madrugamos para el Embal, miró la luna que estaba en el cuarto menguante y dijo, buena luna , buena hacha, buen caballo y buena leña pa cortar. Al tiempo que se retiraba a dormir, tocando en una dulzaina un pasillo colombiano.
Después de cruzar el rio, cargando con una olla, dos platos de esmalte con peladuras, dos cucharas, un cuchillo, una libra de sal, dos atados de panela, una libra de manteca, dos hachas de las que fabrica vigig ( Vicente Giraldo G) en Armenia ,, algunos costales de estopa, dos cobijas y un candil de petróleo ,el caballo apuro el paso por la trocha arriba.
Miguel prendido de la cola, subía al ritmo de la bestia, yo me fui retrasando, Muévase muchacho que apenas estamos empezando, las primeras luces del alba iban clareando el camino, perdiendo en poco tiempo de vista al caballo y al hombre.
A, eso de la media mañana, los encontré, el hombre sentado sobre una piedra, tocando con su dulzaina Cachipay"Tierra de Ensueño de Luz y De Amores", y al caballo ramoneando a la orilla del camino.
No me dio tiempo de tomar un respiro, porque reinició la marcha inmediatamente llegué, Prendase de mi correa que yo voy prendido a la cola del caballo, así en trencito llegamos a la cima, donde no había cielo, solo copas de arboles, inmensos, bejucos, floridas orquídeas y algunos pocos nidos de aves abandonados, tampoco había tierras, solo suelos cubiertos de enredaderas, rastrojos y hojarasca.
Bonito lugar para habitar, pensé en silencio, sin agua, sin leña, sin sol y el frío calándome los huesos y vino a mi mente la aldea, realmente era un paraíso con perros. Mujeres, caballos y todo.
Vamos a pernoctar aquí? Cual pernoctar? si apenas es medio día! Más bien súbase a la copa de este árbol y mire donde están los más altos.
Desde arriba, podía asegurar que estábamos perdidos en la montaña, solo lomas, inmensas, colinas en medio de una cordillera sin fin, todo verde y azul el cielo
No había arboles más altos, todos eran enormes; en la falda del lado derecho que cae a la quebrada están los más altos, le mentí, para no pasar por ingenuo.
Al fin hiciste algo que valiera la pena, y me premió con un trocito de panela, el caballo me miró celoso, me pelo los dientes, entonces compartí el dulce con el equino, lo que causo muy buena impresión en Miguel, al ver mi gesto de buena voluntad.
Ahora vas a marcar con esta hacha, los árboles más gordos y más derechos, tu vas por este lado del filo y yo voy por este otro lado,
Lo miré sorprendido, no eligió la ladera que yo le había señalado, donde supuestamente estaban los arboles para derribar y él con gesto de no te creo, me picó el ojo y gritó Adelante!
Se señalan los arboles gruesos y derechos que den buenas tablas al aserrarlos
La penumbra llego temprano con la media tarde, las ramas tapaban por completo el sol y adivinando, tanteando y palpando , logre ubicar unos 15 árboles bien gordos y derechitos que se perdían en la altura.
Regrese al sitio, con el orgullo henchido, no era fácil cumplir con el mandado, pero lo logré, sin-embargo mi orgullo se desinflo al encontrar el sitio vacio, sin caballo, sin Miguel, sin trastos y en un silencio sepulcral, bueno no tanto el viento silbaba por entre la manigua.
Y ahora que hacer?. Me sentí abandonado en el fin del mundo y me senté sobre el tocón de un árbol talado hacía mucho tiempo.
Lo primero, tomar las cosas con calma, y después tratar de orientarme hacia donde caminar, En ese mismo momento, el olor a agua de panela hirviendo subió en forma de hilos de vapor por la enramada. Corrí falda abajo hasta la quebrada y me acurruque al pie de una fogata donde una olla hervía la bebida caliente.
Calentarme un poco me vendría bien, no sentía las manos y mi barbilla temblaba .
Cuantos arboles marco? Pregunto sin mirarme y yo respondí lleno de confianza , solamente diecinueve! Aumenté la cifra, le faltaron otros diecinueve, yo señalé 40 y me sobro tiempo para la aguapanela, respondió.
Tomamos una merienda de aguapanela con plátano verde asado, que nunca supe de donde lo sacó, y se recostó sobre la estopa a contar por entre el claro, las estrellas.
A cada una le tenía nombre, se podía divisar la osa mayor completa, en total 42 estrellas que Miguel llamaba sus mujeres; y a todas les tenía su cuento:
Ayer fui donde Cipriana Le lleve un ramo de flores Se puso brava Dolores Porque me miro pasar Conversando con Pilar Que venía de la oficina Ahora no trato a Eloina Porque se me alió con Rosa Amalia es la misma cosa cuando se pone a celarme Me hizo terminar con Carmen Tanto como la quería Por eso adoro a Marimba Porque ella si me comprende Son puras las hilandeses Pero la luisa es bien necia Lo digo porque lo se Antier tarde me lo dijo Que hicieron un enredijo Entre Bella y Clarita Y por esa razón Luisa no me quiso despedir Yo creo que Rosaura al fin Chico me está parando bolita Y si otro no me la quita Yo me quedo con Magnolia Juana esta vuelta una furia Porque ya no voy a casa No entiendo lo que le pasa A la negra Soledad Que se vuelve caprichosa si me ve con Trinidad Rosaura es tan exquisita Creo que la voy a querer Pero no hay comparación Cuando recuerdo de Ines Porque ella si me hace caso A todo lo que le digo Rosario por el contrario Se porta ingrata conmigo Pero de todas maneras Me quiere por sobretodo Con Rupertina ni modo Yo sigo mi relación Ana tiene condiciones Pero a mí no me convence Porque Polita merece Mucho mas que Liberata En mi mente vidente Vive Marta mire que cosa tan rara Que cuando recuerdo a Clara Siento una inmensa pasión Por lo contrario Asunción Conspira cuando me mira Ayer la vi con el Rafa Paseandose por el parque Ahora blanca que se aguante Con Irma tengo bastante Problemas para vivir A Olga ya la hice sufrir La reemplace con Yolita Puede que sea muy bonita Pero le di un esquinazo Pregúntele a Mariquita Que le paso el mismo caso Matrimonio es cruz a cuestas Que hasta al diablo vuelve manso ( Rafael Martinez folklor llanero)
Y diciendo esas palabras allí mismo armó el rancho, que más que rancho es un cambuche, de cuatro palos parados con horqueta, dos travesaños y ramas cruzadas para que no se las lleve el viento.
Con lima triangular encabada se puso a afilar el hacha, pasándola de lado a lado por el filo, humedeciendo la lima y oliendo el hacha. Luego tomo un cabello de su cabeza y pareció que lo cortaba al aire y muy serio me dijo, afirmando con la cabeza, ya está.
Perdido en un bosque frondoso,
Allí donde terminan los mapas.
Donde reina el cantar de las aves,
Y se cubren de brumas las frías mañanas.
Donde el sol tras la arboleda,
Muy poco en el día se vislumbra.
Donde el felino acecha a su presa,
Y la noche siempre es más oscura………..
.-Allí en la más densa espesura,
Donde alzo a pulso su cabaña.
El leñador que solo ermita,
Afila impaciente su hacha.
Cuentan que hace ya tiempo,
Mientras un árbol talaba.
Acordes de una voz melodiosa,
Su curiosidad despertaba……..poema el leñador anomimo
Allí donde terminan los mapas.
Donde reina el cantar de las aves,
Y se cubren de brumas las frías mañanas.
Donde el sol tras la arboleda,
Muy poco en el día se vislumbra.
Donde el felino acecha a su presa,
Y la noche siempre es más oscura………..
.-Allí en la más densa espesura,
Donde alzo a pulso su cabaña.
El leñador que solo ermita,
Afila impaciente su hacha.
Cuentan que hace ya tiempo,
Mientras un árbol talaba.
Acordes de una voz melodiosa,
Su curiosidad despertaba……..poema el leñador anomimo
En un descuido de Miguel, trate de confirmar el filo del hacha, cortando un pelo al voleo, lo intente varias veces hasta que por poco me corto un dedo, ya Miguel me observaba y burlándose de mi ingenuidad me dijo, es que el pelo tuyo es de mala calidad.
Luego pregunté: porque no armar el cambuche debajo de un viejo roble que además de buena sombra , servía de armazón para sostener las ramas ?.
Se rascó la cabeza , signo de que yo tenía razón, pero no me la reconocería, me miro hizo una musaraña y muy serio me sentenció.
“Usted, señor leñador,
llega al pie del viejo roble y pone su oreja contra el tronco,
escuchará el tintinar de muchas monedas de oro y plata,
mientras el cerro se cubre de neblina espesa,
la lluvia cae y acortan la visión y el frio viento azota el rostro. Entonces, un escalofrió invadirá todo su cuerpo,
y sentirá las piernas trémulas mientras escucha
entre los susurros del viento montañero,
los quejidos, llantos y, sobre todo,
la suplica para que algún ser valiente
dé sepultura a los dos cuerpos,
y tome como premio el tesoro”.
Leyenda del viejo Roble
Desde luego no necesité poner mi oreja contra el tronco, el frio me subió por la espalda, desde ese tiempo sufro de síndrome de piernas locas, me oriné en los calzones y el cambuche que había construido Miguel con sus propias manos , me pareció un palacio hermoso.
Miguel era un contador de cuentos y leyendas, y en cada versión le agregaba un poco mas de misterio y terror, ayudado con ruidos guturales y movimiento de manos lograba capturar su público.
“Ahora vamos a trabajar el aserrío, excavando una caja vaciada en la tierra pendiente de manera que la parte de arriba tenga por lo menos tres metros de profundidad y la parte de abajo termine en cero..Luego la cubriremos con troncos delgados sobre dos parales formando una cama que sostenga la troza para aserrar, con dos hombres yo arriba y usted abajo”.
No entendí muy bien lo que quería hacer, pero sabía que él era un veterano de esas lides y poco a poco entraríamos en materia.
Luego vino la introducción:
Se tala un árbol en la parte de arriba del cerro, una vez caído se derrama, se le cortan las ramas , luego se cortan trozas de tres metros de largo, y con un gancho y una palanca hecha de un tronco delgado, se lleva falda abajo hasta el aserrío, se monta sobre la cama y se le sacan los cuatro lados redondos con la sierra de dos manos. para que quede cuadrado.
Los lados se llaman orillos y sirven para hacer corrales o paredes de las casas del campo. Sobre la troza se trazan líneas paralelas con un carbón, a fin de que las tablas queden igual de gruesas.
Y se procede a aserrar con sierra de dos manos, que es una hoja de acero larga estrecha y dentada, un hombre debajo de la troza y otro sobre la troza”
La noche fue larga y fría, incomoda, los costales tallaban en la espalda, la cobija no cumplía su cometido y los ruidos del viento y las fieras, los pájaros y Miguel roncando, no permitían conciliar el sueño,
Tenía miedo, miedo de hombre, de peligro latente, de soledad de compañero dormido y ausente, de ignorar lo que sigue, de oscuridad absoluta, tenia culillo en idioma coloquial,.
Trate de rezar, no pude recordad ninguna oración entones procedí a inventar una, Señor! No soy tan valiente como creo, y pienso que si me miras no podrás verme en semejante noche, pero necesito compañía, porque la que me diste duerme a pierna suelta sin inmutarse, déjame sentir tu presencia. Amen.
En ese preciso momento vi dos ojos rojos que me miraban sin pestañar, Señor eres tu?, la respuesta fue un brsssssoplado y salió volando por entre las ramas.
El fin amaneció y para el desayuno me repitieron la aguapanela, pero sin plátano.
Bueno, yo voy al pueblo por las provisiones y mientras tanto tu armas el aserrío y la cama.
Me pase el día cavando, y a la hora de perderse el sol entre la manigua, ya había terminado la fosa y la panela.
Miguel no apareció y pase la noche solo, trepado en la horqueta de un árbol , esperando la mañana, llovió toda la noche, acompañado por un gallinazo que posaba bajo una rama al lado mío escapando de la lluvia.
Al medio día llegó Miguel , con dos caballos, con la sierra y varios bultos.
Venia cantando.
Mira Luisa tan solo hace falta que decidas
seguirme o dejarme
que mañana ya será muy tarde
que mañana ya será muy tarde
si te quieres después arrepentir.
Yo se que otro de tú ya te trata
Yo se que otro de tú ya te trata
con confianza que a mi no me has dado
si tu piensas seguir a su lado
si tu piensas seguir a su lado
dime luego para irme yo de aquí.
Mira Luisa decídete luego piensa bien
Mira Luisa decídete luego piensa bien
y después no te amargues
que mañana ya será muy tarde
que mañana ya será muy tarde
si te quieres después arrepentir.
Antenoche te vi platicando
Antenoche te vi platicando
con un tipo vestido a la moda
si arreglada ya tienen la boda
si arreglada ya tienen la boda
a no tengo ni tiempo que perder. Maya y Cantu 1946 (Nuevo Leon)
Desperte feliz de haber conocido al que después seria mi suegro.
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