martes, 16 de julio de 2019

Aventuras de Saturnino

Aventuras de Saturnino

A las seis de la tarde, cuando ya han terminado  las tareas de la finca  y la gente se prepara para el descanso, llega hasta la puerta de trancas un viejito tan bajito que más bien parece recortado, carga terciado a su pretina un machetico dentro de su funda  con ramales que le arrastran por el suelo, usa mulera  sobre su camisa de saraza raída por el tiempo y un pantalón mocho que a primera vista se aprecia  perteneció a un difunto mas grande.
Buenas tardes  las tengan todos!!
Buenas tardes Saturnino, responden  los mayores.
Cruza fácilmente por entre los barrotes  de la puerta, sin rasparse a pesar de que están cubiertos con alambre de púas, para evitar  que el chencha, un caballito travieso, corra  las trancas  para adentrarse a la sementera, donde se especializó en hacer daños.
Hoy fue un día calenturiento, el verano aprieta, fue su comentario, en el cual todos estuvimos de acuerdo. Tomó asiento sobre un tronco de pino destinado a  rajar leña para el fogón, acomodó las nalgas lo mejor que pudo sobre el roñoso asiento evitando las punzadas y saco la tabaquera.
Guardaba sus tabacos  calillas en un tarrito de latón en donde alguna vez vendieron curitas  para las heridas, estoy seguro que lo obtuvo hace mucho tiempo por el color amarillento y  el desajuste de la tapa.
Prendió el tabaco raspando una cerilla  en la primera piedra que encontró y aspiro profundo, sus ojos  se llenaron de gozo y dejo escapar el humo haciendo circulitos  que se elevaron en lenta procesión sobre su cabeza.
Bueno pues que les cuento, Dijo: y guardo un minuto de silencio para obtener toda la atención del público conformado por los trabajadores, los vecinos, la familia  y tres perros  sin dueño que habitaban el lugar, a los que distinguíamos con los nombres , de Candongas el más grande  por sus pronunciados testículos que bailaban como péndulos   al son que caminaba, Firulaisel más pequeño, también era el más peligroso fácilmente de pisar en un descuido y Rompecucas  un perro  de pelos largos dorados  con una nariz supremamente larga que le servía para detectar  perras en calor  al kilometro y cuando no había pareja no tenía ningún problema en recurrir a la homosexualidad.
Cuando el silencio era total, o solamente  interrumpido por los moscardones  que bailaban  en torno a la mierda de pollo que también acudió a la reunión, dijo: Capturaron al “mandinas“.
Con eso fue suficiente para que todos  abriéramos desmesuradamente los ojos y paráramos las orejas, como caballo cochero. Esa sí que era una noticia.
Y fue muy cerca de acá !...El muy bellaco estaba dormido a la sombra del palo de aguacate  que se ve allá arriba, en compañía del “putas” Todos  miramos hacia el palo de aguacate, algunos hasta se pusieron de pie y se empinaron para ver mejor.
La mala noticia es que el “putas” escapó y a ese desgraciado le encanta comer niños. Sentí correr  un frio intenso por mi espalda e inmediatamente  me acomodé  junto a mi hermano mayor  buscando protección.Y lo que más le gusta es pasárselos con bananos, desde luego colgando de una viga del techo en el corredor  de la casa, había un gran racimo de bananos  maduritos.
Andan buscando también al” viruñas”porque siempre  andan juntos, y ese es malo con cojones. Pero no nos pongamos nerviosos, hagamos un plan para cuando llegue el momento, porque como dicen  no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, así que en cualquier momento” ñanga”
Miré  que tan lejos estaba la puerta de mi cuarto y mentalmente conté los pasos, aproximadamente  una docena  de muy largos pasos, la posición no era la mejor, así que cambie de lugar reduciendo la distancia a unos  ocho y medio.
En ese momento  Saturnino explicaba  Ellos no caminan, vuelan. Virgen del agarradero, agárrame a mi primero oré y cerré los ojos para no ver una hoja de plátano que se movía en la sementera, a tan solo unos pocos metros. Metí mi dedo en la boca  y   humedecido lo puse   al aire  para saber si  se trataba del viento, con tan mala suerte que no corría viento y ninguna otra hoja se movía.
La primera alarma la darán los perros, los miré y estaban dormidos, Cuando los perros ladren todos nos pondremos de pie, sacaremos nuestros machetes y los niños correrán a la casa. Las mujeresrezaran: oraciones para alejar  al demontre:
Apártate de mi Satanás, que conmigo no contaras…… alguna tendrá un espejo en la mano, porque es tan feo que  al verse, saldrá huyendo.
Aún no había terminado Saturnino de  explicar la logística  de la lucha con el Diablo, cuando escuchamos  en chillido del perrito:
Hum se comió a firulais comentó Balmore, todos se pusieron de pié, sacaron  los machetes de sus vainas, la mujeres encoraron losmiljesuses, los niños corrieron  a la casa, menos yo, que me quede pegado al asiento  sin fuerzas para levantarme y bañado en miaos  de la cintura para abajo, me había orinado del miedo.

Firulais, se  paró cojeando porque alguien descuidadamente le había pisado la pata  trasera, no se trataba de ningún demontre, sino de cojera de perro.

El viruñas y el putas actúan diferente, continuó diciendo Saturnino, Porque tienen gustos diferentes, a uno le gustan los niños y al otro le gustan las viejas, y entre más viejas más le gustan, por aquello de  gallina vieja buen caldo.

En cambio el mandingas no se para en pelos, ese consume de todo: bonitas, feas, gordas, flacas, niños o ancianos, la otra vez  en puerto espejo, encontraron una vieja  chupaítachupaíta, no quedaba sino el cuero y los huesitos, estoy seguro que se la había chupado el mandingas.
Empieza por las úñas de los pies, y como la vieja  cree que la esta cortejando, cierra los ojos y disfruta, y cuando ella cree que esta en el climax, es porque ya no tiene nada por dentro.
En cambio el putas,que es el que anda por acá cerquita, apetece de las carnes tiernas, porque a él le quedan pocos dientes, ya que en el tiempo de antes, cuando los niños se acostaban temprano, le tocaba comer viejas duras.
El putas nació en Aguadas, hace muchísimo tiempo, cuando las culebras tenían patas, pero de allá lo sacaron esos niguateros  a punta de zurriago, por enamorado, por eso quedaron muchos hijos del putas que después se regaron por la geografía nacional, de allí, fue a parar a Amagá, pero en la campaña  por la presidencia, Belisario lo echó del pueblo y eso hace que vive como el judío errante, de pueblo en pueblo y de vereda en vereda.
Cuando la guerrilla lo secuestró, por allá por Ituango, para obligarlo a que les enseñara como era que él se volvía pajarito cuando lo estaban persiguiendo, no le dio la gana de enseñarles nada y se transformo en sapo. El comandante mojojoy, ordenó capturar todos los pájaros de la zona sin ningún resultado, hasta que una vieja  le creyó el cuento a la rana de que se trataba de un príncipe encantado, le dio un beso y el maldito se la chupo.
Saturnino fue miliciano godo en la guerra de los mil días, había sido reclutado por el cura conservador  del pueblo semanas antes de la batalla de los Chancos, en la frontera de Tuluá bajo las órdenes del sargento Conto.
Veterano de la batalla de los chancos, queríamos saber los pormenores históricos de tal acontecimiento, por lo tanto pedimos a Saturnino, nos narrara alguna anécdota.

Yo pienso que en los chancos realmente no hubo batalla  como tal,dijo, poniendo los ojos en lejaníacomo para poder recordar, yo estaba enjampao, me dolía la barriga, el día anterior me había comido una pucha de batatas moradas y unas papayuelas, que fue lo único que encontramos en el camino.
Estaba tirado en el suelo y comenzaba a subirme calentura, cuando paso por el lado el general y dijo, atiendan a saturnino que se nos muere!, lo necesitamos para las operaciones complicadas!, inmediatamente unos enfermeros me subieron a una camilla  y me llevaron a la tienda de enfermería, era una tolda con rotos por donde entraba el sol, me sacaron los calzones, me incrustaron en el ano un popo de papayo y con una vejiga de marrano me pusieron un lavado de agua con jabón de tierra.
Estábamos en esa delicada terapia, cuando alguien grito” Ahí vienen los liberales”, no recuerdo sino que me subí los calzones y arranque a correr detrás de los que corrían más que yo, por la nochecita llegamos al Rio la Vieja, muy cerca de Cartago, yo estaba rendido y continuaba sintiendo mucho malestar estomacal pedí permiso para internarme  en un yucalito a orillas del rio para tratar de desocupar mi estomago, cuál fue mi sorpresa al encontrar que todavía llevaba el popo de papayo entre el culo.

Saturnino, vos porque sós tan mentiroso?, le pregunto mi padre, a lo que respondió: Tenga mucho cuidadito don Lisandro con esas maledicencias, mire que en la laguna del Sonso
maté a  treinta y cinco cachiporros, que me estaban persiguiendo, yo me tire adentro del agua, y el sargento de ellos , les advirtió, no se arrimen a la orilla que saturnino es capaz de acabar con la tropa. Pues dicho y hecho, yo cargaba  la escopeta  por debajo del agua, le ponía buena munición, le asomaba la trompita al cañón y turundúm tres incrédulos a tierra, en cada tiro, hasta que dijeron vámonos que Saturnino va a ganar la guerra solo.
En el alto  del carchuto, me encontré a uno que llamaban fierabrás, que había llegado de por allá de Marquetalia, porque allá ya no había con quien pelear, me pregunto que si yo sabía que era el miedo, yo le respondí que no sabía ni siquiera con que se comía, lo querés probar  me dijo y no se hablo mas, yo le peleaba con la mano izquierda y el agarraba el machete hasta con el dedo gordo del pie, que maldito tan mañoso, cuando me cansé de hacerle fintas y pintarle el 66 en la espalda, le dije, esperate un momentico yo rezo tres padrenuestros, y eso paqué  me pregunto, pues paque no te duela mucho ahora que te saque la lengua por el rabo. Saben porque se salvo?, pues porque el sabia que yo no era mentiroso. Y más bien salió corriendo.
Luego sirvieron el café endulzado con panela, unas tazadas de esmalte con peladuras en las peladuras, y a saturnino le toco  la taza rota  y entonces le pregunto a Tata,a vos te gusta el café con carne y le cambio la taza, Tata muy entusiasmado metió la mano en la taza para coger la carne, pero lo que sacó fu un trapito que estaba tapando el hueco y se rego el café encima.
Cuando cauchábamos por allá  cerca de puerto Alejandría, donde hoy queda Alcalá, que antes se llamo san Luis, fuimos una semana a las fiestas de San Luis, con Miguelito que estaba casado con Petronila Tangarife, y la parranda duro cuatro días seguidos, cuando regresamos a la finca, miguelito no daba bola y en ese momento una gallinita que estaba en el patio comenzó a arrastrarle el ala  al gallo, pero el gallo andaba perezoso como Miguelito, pues que lo alcanza a ver Petronila que era de las bravas y sabia  como echar sus indirectas y que coje una escoba y le  planta semejante porrazo al gallo, al tiempo que le decía , es que vos también estuviste en las fiestas de San Luis??, desgraciado, mal marido, infidelio?.

A propósito de  las caucherias, allá por los lados de la Morelia, estábamos  haciendo los cortes  y colgando las totumas para regresar al día siguiente a  recoger la leche y hacer las bolas de caucho, esa tarde realmente nos cogió la noche porque nos envolatamos  y cuando llegamos al cambuche ya estaba oscurito, habíamos  armado la dormidera  en la horqueta de un palo como a unos cuatro metros del suelo, para evitar que  los animales se nos metieran a hociquear las comidas, pero  parecía que algo se había dañado porque olía a berrinche con pedo de loca, apuramos el paso  para saber que pasaba, cuando en la entrada del cambuche, precisamente donde  terminaba la escalera que habíamos hecho con  dos  palos de guadua amarrados con guascas, estaba nada más ni nada menos que la madremonte, apenas  se abría  los pelos de la cara para poder mirarnos, no fue sino mirarle la nariz con semejante berrugón , para saber que eso no era de este mundo, tenía el cuerpo  cubierto con hojas de plátano amarradas con bejucos  de los de tejer canastos y las uñas enroscadas  como de a tres gémes de largas y un mosquero revoloteando  en la cabeza y no vi mas, porque salí corriendo hasta el pueblo.
A los dos días regresamos llevando agua y ramo bendito para espantar esa brujilda, pero encontramos todo en orden, las totumas las habían recojido y la madremonte  no apareció por ningún lado. Revisando los enrededores encontramos donde habían hecho  una fogata con leña de laurel mierda y cascaras de guevo, que era lo que olía mal.
Más tarde nos enteramos que un vivo había vendido en la bodega  de  los caucheros  como cuatro arrobas de caucho. Yo todavía lo ando buscando para  ponerle pelea, empelota para no manchar la ropa y al oscuro para adivinarle los testículos.

Saturnino, era natural de Tulua, su corta estatura no le permitía hacer los trabajos propios de los recolectores de café en razón a que los cafetos  de la variedad Borbón eran demasiado altos, pero era excelente en labores terrestres, a ras de tierra, las desyerbas, la reposición de horcones, el gariteo, que es como un servicio a domicilio de los alimentos de los trabajadores que están en el corte, la revisión de las sequias que llevaban  el agua a la finca a través de una legua de canales labrados sobre las faldas  de las cañadas, cortar el pasto y la caña para los animales, sin embargo  era imposible esperarlo cuando lo mandaban a una diligencia hasta el pueblo. Saturnino  se quedaba  charlando en la primera fonda que encontrará y no regresaba hasta altas horas de la noche, su tufo aguardentoso y los ojos rojos  lo denunciaban sin necesidad de  hacer averiguaciones.
Con alguna frecuencia se aparecía  a la casa grande con algún animal de monte, guaguas, guatines, conejos o chorolas especie de gallinitas  silvestres. Siempre le hacíamos la fiesta  celebrando la cacería, menos el día que solo llevo la mitad de un armadillo, todos queríamos saber que había sido de la otra mitad, o sea que al animalito le faltaba  la cabeza  y la patitas delanteras. Saturnino  traía una cierta sonrisa de satisfacción y sentado en un taburete de baqueta  recostado contra la pared encalada del corredor y sin decir palabra se limitaba a sacarle brillo a la hoja metálica de su machete, acariciándolo  como a mujer bonita le daba besos  y volvía a poner cara de contento. Después de mucho preguntarle, mi madre le ofreció una taza de mazamorra con panela y el dijo: ahora si les cuento la verdad:
 Es la experiencia más hermosa de mi vida, nunca me imaginé llegar a ver tal cosa, como milagro de Dios.Mejor dicho yo nunca supe que mi Dios  hubiera hecho algo así tan profesional.
Yo tenía una necesidad muy grande, la barriga me dolía y estaba buscando urgentemente, donde ponerme a cantar acurrucado y con los calzones abajo, para  cumplir  con el undécimo mandamiento de la Ley“ cagar bajito, con alegría y abundantemente”.
El sitio no podía ser mejor, debajo de un palo de café que formaba como una chocitay al pie unas hojas de plátano secas que reemplazarían el papel higiénico Waldorf, que aun no lo habían inventado; cómodamente situado, comencé a hacer fuerza hacia abajo, con un sonido que ayuda a la defecancia, parecido al ruido de un carro que no quiere prender ahjahjahjahjahj y ya tenía  la mitad  del bollo afuera, cuando escuche un resoplido, del susto el bollo se volvió  meter, y yo me quede quietecito lo único que movía  era la mano para sacar esta bendición de machetico que es lo más querido que mi Dios me ha dado, mejor que mi mujer y que la medio-beso de los fines de mes.
Asome  lentamente la cabeza por entre las ramas, cuando vi unos ojitos muy vivos que me miraban fijamente, yo dije  ahhhh y el volvió a resoplar y me encimo un guiño con el ojo izquierdo, levanté el machete y el gurreniento se escapo, correr con los calzones abajo no es fácil, pero le hice la tarea, Virgen de los cazadores, no me lo dejes ir, y él le daba vueltas  alrededor del palo de café y yo detrás, y como él podía correr más que yo me alcanzo por detrás, mejor dicho me saco una vuelta en par minutos y eso si no lo podía tolerar Saturnino Calle, ni que fuera garetas con patas de palo.
Entonces recurrí a la parada treinta y tres, que usan los esgrimistas en casos fatales, di media vuelta y me puse de frente, de verdad él no esperaba eso, porque siempre había tratado con novatos, pero el muy sinvergüenza se me metió por entre la piernas y volvió a resoplar, esa era una parada que no figura en ningún vademécum o al menos yo no contaba con ella, los dos espalda contra espalda nos juramos guerra a muerte, el se enroscóen su carapacho y se echó a rodar falda abajo y yo detrás dando vuelta-canelas, hasta que llegamos a la guarida que era un hueco  debajo de una mata de mafafa, a dos metros de la cueva le pegue el machetazo limpiamente. Pero como el machete estaba tan afilado él ni siquiera se dio cuenta y siguió corriendo, la cola a alcanzar la cabeza que logro meterse en la madriguera, pero yo le agarré la cola y acá se las traje como testimonio, como la cabeza quedo viva  entonces los jueces declararon empate, pero yo me la vuelvo a encontrar y aquí la traigo de las orejas.

A Saturnino lo perseguía una bruja, por allá en Rioverde, el pensaba que era el espanto de hojas-anchas , pero esta era una bruja de verdad. Estaba enamorada de él, lo perseguía  noche y diariamente y donde lo encontraba le decía con voz chillona : Este tan chirriquitico y tan rico, lo que es me lo mandusqueo y no dejo sino el forro.Saturnino compró un escapulario verde, el de Sor Justina Bisqueyburupara espantar la bruja mas no funcionó, la bruja seguía acosando a Saturnino, porque ese escapulario era solo para convertir  ateos, entonces encargo alpiste  para regar por el camino, pero vinieron los pájaros y se lo comieron, Saturnino consulto con el sacristán de genova y el le recomendó la oración de las doce verdades, que es lo mismo que comprar un misil para tumbar aviones:

Cuando se observe en las alturas el vuelo de la bruja, se debe elevar esta oración con un cordón entre las manos y a cada verdad que se pronuncie, se va haciendo un nudo. Al llegar a la segunda parte, hay que repetir las doce Verdades al revés, y los nudos se van deshaciendo.

La hechicera,  al sentir la fuerza de la oración tratará de escapar, dejará su forma de fuego o de animal y caerá a tierra completamente paralizada y a merced de quien la atrapó entonando esta oración. El cordón habrá ya recibido la fuerza mística que dan las Doce Verdades y con él se podrá atar a la bruja. La bruja suplicará que se le deje ir porque si permanece cautiva, al salir el sol quedará ciega.”
Saturnino estaba muy contento, al fin tendría a la maldita a sus pies y aprovechaba para que le enseñara a volar. Pero le advirtió: Esta aventura tiene un riesgo: si se equivoca en este rezo, la bruja recobrará fuerzas y bajará para tomar venganza. Ahora si la cosa sucede de noche y esta muy oscuro, cuando amanece te fijas quien esta cojeando y ya la tienes pillada.

Tambien consultó el MalleusMaleficarum un libro alemán que le prestó un nazi que vivía escondido en una cueva del rio rojo donde le recomendaban lo siguiente.
Dormir con la ropa alrevés
colocar una tijera abierta debajo de la almohadalanzar agua bendita al techolanzar un rosario al techolanzar ajo al techoquemar azufre y pasearlo por toda la casacolocar un vaso con agua debajo de la camacolocar un machete o un cuchillo en la rajadura de la puerta (donde van las bisagras) con el filo hacia afuera
parar una escoba al revéslanzar una cruz de yuca de espaldas al techo y entrar a la casa de espaldacolocar 4 limones cortados en forma de cruz, uno en cada esquina de la casagritarle vulgaridades e invitarla a tomar café o a  buscar azúcar al día siguientecolocar un rosario en la puertaponerse añil en la planta de los pies
Oiste Saturnino al fin como te quitaste esa bruja de encima, porque eso todavía no lo has contado.
Pues mire que fue increíble pero fue cierto, yo hice un trato con Epaminondas  Jaramillo que se las daba de avispáo porque el hombre había tenido que ver con una bruja en Marulanda, y acordamos que el antes de acostarse le gritaba” vení vieja verraca que yo a vos no te tengo miedo, escachalandrada, carenalga, metete con un hombre y deja de estar asustando al pequeñito.yo tengo una jarrada de café del bueno y una totumada de panela porque azúcar no hay ni pal patrón, aca te espero empelota  pa que veas que no te tengo miedo.”

Oiga por la noche la sintió  patente, patente, carcajiandose encaramada  en el caballete de la casa, pa eso que esas condenadas se rien maluco, puras carcajadas chillonas, pero esa noche no se le entro  la casa.
Al dia siguiente el Epaminondas se envalentonó y le repitió la sarta de insultos y le agrego desmadrada, cojineta, robaguevos, chupacoños y volvió y la invito a tomar tinto con panela.
Esa noche despertó con la bruja encima de él, pero no grito: que iba a gritar si no le salía la voz, el si bregaba, claro pero no podía y se ponía coloradito de hacer fuerza y los ojos se la ponían como ojos de vaca en chamba, y encima se le quedo hasta que le dio la gana de largase.
No ve que al que se le sienta una bruja encima no puede gritar y además no vuelve a sentir ganas.
 Ya la bruja  debió gustarle la montada porque al día siguiente trajo compañía.
¿Dos?
---Si. Pero esas no dentraban. Se volvían pelotas de candela y rodaban falda abajo; cuando ya iban a llegar a la casa se elevaban y pasaban rumbando por encima del tejado; al otro lao volvían a caer y seguían peloteando manga abajo hasta una cañada…Y apenas se oían las risas y el cantido….---‘Las brujas cantan…?
Como el currucao. Que anuncia la muertecocococococococuaaaahcuaaahhhh
Porque  donde canta en currucutú hay muerto seguro y lo que  más perjudica es el sereno
Otra noche que estaba  haciendo mucha luna como esta,se le acostó la bruja al rincón y cogió a chupale trompa y a abejorrialo y a abrazalo y al otro día amaneció todo untao de colorete y con el pirulí perdido, sin nada entre las piernas.
Pues ni así se amilanó el Epaminondas,al dia siguiente le grito pues si sos tan verraca enseñame a volar y la bruja  volvió y lo engaño.
Le dio un menjurje para que se untara en los sobacos
 Y le dijo  subite a una tapia o a una barranquita o  te encaramas a un palo bien alto  y gritas bien fuerte …Chazzan
“¡No creo en Dios ni en Santa María porque soy tan liviano como el pan” y te tiras sin mirar para abajo. Quince días de incapacidad le dieron  sin derecho a paga , por pendejo.
En ese momento canto el currucutú, Saturnino salió corriendo  y en la carrera decía ,mañana les termino el cuento
JairoacheCali agosto  de 2012






















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