jueves, 19 de marzo de 2020

Amor Platonico

Si a Platon no le hubiese dado la locura por inventarse el "amor platónico" yo seguramente no lo habría padecido, es como una enfermedad de la cual uno no se quiere curar, simplemente por falta de valor.                                           Fue por los 13 o 14 años, cuando los muchachos aún no teníamos clara la diferencia entre novia y amiga, pero el gusto por las chicas ya se había despertado y había que lidiar con atreverse o buscar ayuda, pero en mi caso, ni lo uno ni lo otro.                               La chica se llamaba Lucero, trenzas doradas, no sé si peliteñida, ojos claros, nariz respingada, labios rojos, bonita la mugrosa, asomada a la única ventana iluminada de esa calle oscura, como si fuera un lucero, por donde debía pasar para llegar a mi casa.                                         Le clavaba la mirada desde que empezaba a bajar por la empinada calle hasta dar la vuelta en la próxima esquina, sin un
adiós, ni un hola, ella simulaba estar entretenida deshojando una margarita, mirando de soslayo, esperando tal vez que el último pétalo le dijera" si me quiere" y era cierto, pero quien se lo diria?  Yo nunca pude, me sobraba amor, pero me faltaba valor.
Cualquier noche convencí a mis hermanos músicos para llevarle una serenata, " despierta dulce amor de mi vida, tú eres mi amor mi dicha y mi tesoro, un recuerdo de amor" fueron las tres canciones ante la ventana que no abrió y pensando que no estaba, remataron con " cuando vuelvas".                                   El día siguiente, la señora de la ventana vecina, vieja metida, me sonrió para darme  las gracias por tan bonito detalle el día de su cumpleaños, la valentía recogida durante tanto tiempo se me fue a los pies.                                           Mi madre me dijo" hombre tímido no goza mujer bonita" y desde ese día estoy en tratamiento psiquiátrico, para tomar valor, mis amigos y mi familia saben que yo los amo, tal vez por la mirada de ternero huérfano.        Pienso formar un sindicato de tímidos " Sintemor" pero no quiero ser  su presidente, me daría pena.      La timidez no tiene cura, viene metida entre el cuero y no se quita ni con jabón de tierra y estropajo!
Saludos jairoache.            Enviado desde mi iPhone


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